Crecimiento Personal

QUÉ ES PROCRASTINAR Y TRUCOS PARA EVITARLO

Procrastinar, esta palabra tan rara y difícil de pronunciar, al menos para mí, lo que quiere decir es, simplemente, dejar para después una tarea.

Etimológicamente procrastinar deriva del verbo en latín procrastinare, que significa postergar hasta mañana.

A todos nos ha pasado alguna vez que posponemos una tarea importante porque no nos apetece nada realizarla en ese momento. No es pereza, no es mala gestión del tiempo. Tiene mucho que ver con nuestras emociones, con cómo nos sentimos en ese momento. Normalmente la tarea en cuestión no es una actividad que nos motiva, nos parece aburrida o complicada y nos provoca ansiedad o inseguridad.

Cuando postergamos la tarea sentimos un alivio momentáneo, es una pequeña recompensa que puede provocar que la procrastinación se convierta en un hábito altamente perjudicial. Aun así, sabemos que aplazar la tarea no nos va a beneficiar y cuando de nuevo tenemos que enfrentarnos a ella la ansiedad es aún mayor. Se convierte en un círculo vicioso.

Es decir, procrastinamos para sentirnos mejor momentáneamente pero luego nos sentiremos peor.

Como no tenemos ninguna necesidad de entrar en este círculo vicioso de procrastinación vamos con algunos tips para evitarlo y mejorar nuestra vida:


1. Llama a tu creatividad y encuentra el gusto en esa tarea que no te apetece.

Esa tarea tan aburrida tiene algo que te puede agradar, aunque sea un poco.

Si es fregar los platos, siente el agua caliente en invierno o el agua fresquita en verano, cayendo por tus manos. El agradable olor del jabón. La espuma blanca y suave, etc.

Si tienes que ir a la calle para hacer una gestión, disfruta de la luz del sol, el aire, los colores, etc

Si tienes que hacer la compra, piensa en la posibilidad de elegir alimentos que te gusten para comer, o que sean saludables para ti. Disfruta viendo y curioseando cosas nuevas, etc


2. Haz que sea agradable.

Ponte música relajante mientras haces la tarea que no te gusta. Escucha la radio. Mira un documental. Baila. Medita.

Coloca una imagen motivadora delante de ti que te impulse a trabajar mejor o una frase que te inspire.

Crea un entorno agradable con velas, aromas y música.

Haz que sea divertido.


3.- Reflexiona sobre lo bien que te vas a sentir cuando hayas terminado.

Imagina lo bien que te sentirás después de haber hecho ejercicio, más saludable, más fuerte, más orgulloso. Con las endorfinas por las nubes. Con mejor aspecto.

Imagina tu armario después de haberlo ordenado. Con todo organizado tendrás más claridad sobre las prendas que tienes y podrás combinarlas mejor. Te ahorrarás mucho tiempo porque elegir la ropa de cada día será más fácil.


4.- Cambia la frase “tengo que…” por “quiero….”

Tengo que ir a hacer la compra por quiero hacer la compra.

Tengo que limpiar la casa por quiero limpiar la casa.

Tengo que organizar los papeles por quiero organizar los papeles.

Tengo que trabajar por quiero trabajar.

No tiene nada que ver ¿verdad? Repítelo en voz alta cada vez que “tengas que” hacer algo y sientas que lo vas a dejar para después.


5.- Piensa en realizar esa tarea durante sólo cinco minutos.

Por ejemplo, si tienes que recoger la cocina piensa que sólo vas a hacerlo durante cinco minutos. Por ejemplo vas a meter los platos en el lavavajillas durante cinco minutos y después harás otra cosa. Pero cuando te pongas a ello tu cerebro no será capaz de dejar la tarea inacabada, una vez has empezado da menos pereza continuar.

Si tienes que hacer ejercicio piensa que vas a hacer sólo cinco minutos, eso es muy poquito. Pero una vez has empezado, probablemente continuarás.

Hazlo así con todo, habrá muchas tareas que, una vez empezadas, no podrás dejar sin acabar.


6.- Haz de esa tarea una rutina.

A nuestro cerebro le encanta vivir en piloto automático. Esto te puede parecer extraño pero si haces todos los días lo mismo tu cerebro es feliz porque no tiene que pensar, no tiene que trabajar.

Así que esa tarea que no te gusta nada pero que hay que hacer ponla en una rutina, de modo que la hagas de un modo casi inconsciente. Verás como te costará mucho menos.


7.- Anótalo en tu agenda.

Este es un modo de comprometerte a hacerlo en una fecha determinada y a una hora determinada. Reservar un tiempo para esa tarea te lo hará más fácil. Ese momento es para eso y no hay discusión.

Además, es el mejor modo de no tener esa tarea rondando por tu cabeza y tentándote a posponerla, simplemente ya está programada y no hay que darle más vueltas.


8. Divide el trabajo en pequeñas tareas.

Cuando un proyecto es demasiado grande nos abruma y nos provoca parálisis, lo que muchos definen como “parálisis por análisis”. Pero si dividimos esa tarea que nos está agobiando en pequeñas tareas es más fácil abordarla.


9.- Date una recompensa para cuando hayas terminado la tarea.

Busca algo que te guste y prémiate por haber realizado esa tarea que tanto te aburría. Busca tus incentivos y aprovéchalos. Piensa en lo que vas a disfrutar cuando acabes tu tarea.


10.- Deja de pensar y HAZLO.

El primer paso es lo más importante. Puedes hacerlo ¡adelante!