Inspiración

HATSHEPSUT, MUJER FARAÓN EN UN MUNDO DE HOMBRES

Hatshepsut era hija del faraón Tutmosis I y su esposa Ahmose. Nació alrededor del año 1500 a.C.. No estaba destinada a ser faraón puesto que tuvo cuatro hermanos y, además, era una mujer.

Sin embargo, en contra de todas las costumbres del país, ella se convirtió en la Reina-Faraón más poderosa de Egipto.


Su padre, el Faraón Tutmosis I, era un hombre duro, fuerte y audaz, de quien Hatshepsut tomó ejemplo y se convirtió en una mujer brillante y con una fuerte personalidad.

Como todos los hermanos de Hatshepsut fallecieron jóvenes, su padre, Tutmosis I, la nombró Heredera, por lo que se considera que pretendía que ella fuera la siguiente soberana de Egipto.


Desplazada del trono

No obstante, el Visir del Faraón y Arquitecto Real, llamado Ineni, no quería ver a una mujer en el trono de Las Dos Tierras y convenció a la nobleza para apartar a Hatshetsup y poner en el trono a su medio hermano Tutmosis II.

En aquella época era habitual que el faraón tuviese una esposa principal, denominada Esposa del Gran Rey, que era Ahmose, madre de Hatshepsut, y además tuviera varias esposas secundarias y concubinas.

Tutmosis II era hijo del faraón Tutmosis I y una esposa secundaria, por lo que no llegaba a tener sangre real pura como Hatshepsut.


Esposa del Faraón

La única opción que le quedó a Hatshepsut, pese a ser ella la heredera y la única superviviente con sangre real pura, fue casarse con su hermano Tutmosis II, convirtiéndose en la Gran Esposa Real.


Tutmosis II era un hombre débil, pusilánime, poco agraciado y enclenque. Nunca hizo nada valeroso e incluso se dice que, durante las campañas militares de su ejército, se quedaba escondido en el palacio.

Esto debió ser un duro revés para Hatshepsut, quien asumió con entereza y dignidad su papel y durante los 20 años que duró su matrimonio se comportó como la buena y silenciosa esposa del Faraón. Tuvieron una hija, Neferura, que se convirtió en el ojo derecho de Hatshepsut.


Cuando Tutmosis II falleció, relativamente jóven, dado que éste y Hatshepsut sólo tenían una hija, se abrió de nuevo la crisis sucesoria.

Ineni logró que, de nuevo, se nombrara sucesor a un hijo de Tutmosis II con una concubina, el futuro Tutmosis III.


Regente de Egipto

Como Tutmosis III era aún menor de edad, Hatshepsut asumió la regencia. Tenía 32 años, era inteligente, audaz y por sus venas corría la fuerza de su padre.

Su regencia fue una de las mejores y más prósperas épocas del reino.

Inició el programa de construcción más ambicioso de todos los tiempos con la construcción del impresionante templo Deir El – Bahari.


Deir El- bahari: De Ian Lloyd – lloydi.com, CC BY-SA 3.0,

Mandó crear grandes monumentos que desafiaban toda lógica como sus extraordinarios obeliscos, obras maestras de la ingeniería antigua.

Emprendió victoriosas campañas, promovió el comercio con nuevas tierras y trajo abundancia y prosperidad.


Reina de Egipto

Pero a medida que Tutmosis III se hacía mayor la posición de Hatshepsut peligraba. Si aquel se proclamaba Faraón, ella quedaría de nuevo supeditada.

Hatshepsut decidió que era hora de tomar las riendas. Con una magistral destreza se rodeó de hombres fuertes y fieles, como Senenmut.

Tras siete años de regencia se proclamó a sí misma Faraón de todo Egipto.


En aquella época no existía un concepto para definir a una mujer faraona asi que Hatshepsut asumió los atributos masculinos para proclamarse faraón, haciéndose representar desde entonces con una barba postiza.

Esfinge Hatshepsut. Museo Metropolitano del Arte NY

Los habitantes de Egipto la aceptaron porque era una esplendida soberana y había transformado el país en un fértil y floreciente reino.

Su hijastro, Tutmosis III, no estaba en disposición de contradecirla dado que, siendo un adolescente, estaba más interesado en viajar con el ejercito y prefería las campañas militares a los asuntos de estado.

Así llegaron a un acuerdo de corregencia entre los dos.


Hatshepsut y Senenmut

Senenmut, el principal apoyo de la Reina, había nacido plebeyo, sin embargo logró avanzar en la escala social hasta convertirse en Canciller y Arquitecto Real. Era un hombre audaz, fuerte y muy inteligente.

Dicen que fueron amantes en secreto. No es de extrañar dado que Senenmut nunca se casó ni tuvo descendencia. Fue nombrado por la reina tutor de su hija Neferura y siempre permaneció a su lado.

La reina lo apreciaba tanto que, cuando se convirtió en Reina Faraón, se hizo construir un sarcófago nuevo acorde a su nuevo estatus y el suyo se lo regaló a Senenmut. Nunca un plebeyo había obtenido un regalo real tan espectacular.



Final del reinado

Senenmut murió antes que Hatshepsut, lo que fue un golpe muy duro para ella. Al tiempo falleció también la amada hija de Hatshepsut, Neferura. Esto sumió a la Reina Faraón en una terrible tristeza que la hizo retirarse parcialmente del gobierno.

Hatshepsut murió en Tebas, tras haber reinado prósperamente durante 22 años, de 1490 a.C a 1468 a.C.

Tutmosis III heredó un gran reino, abundante y bien gobernado, gracias a Hatshepsut.



Borrada de la Historia

Curiosamente cuando Tutmosis III llevaba 20 años de reinado decidió eliminar el nombre de Hatshepsut de todos los monumentos, borrar cualquier referencia a ella y sustituir su nombre por el de su padre, su marido o su hijastro.

Simplemente se decidió que una mujer no podía haber reinado en Egipto.

No obstante, con el tiempo, su memoria se ha desenterrado y la historia le ha hecho justicia. Hoy en día se conoce a Hatshepsut como lo que fue, una gran mujer y una gran Faraona.

Sus restos descansan en el museo de El Cairo, junto a su amado Senenmut.