EL CAMINO QUE TE LLEVA DIRECTAMENTE A TU OBJETIVO: SMART
Una vida sin objetivos no tiene sentido, aunque el objetivo sea vivir una vida de paz y tranquilidad, hay que trabajar para lograrlo, poner los límites a los demás y saber mantenerlo.
Por lo tanto, si no queremos ser siempre víctimas de las circunstancias y estar a la deriva del azar o de lo que otros decidan para nosotros, hay que enfocarnos en lo que queremos.
Los objetivos te hacen libre.
Los objetivos te llevan a vivir esa vida que deseas.
Los objetivos son el secreto y la llave para tu felicidad.
No obstante, es importante tener el objetivo bien definido, ya que si esto no está claro, podemos pasar la vida de un lado a otro sin un rumbo fijo. Cuando la mente no tiene un objetivo definido no puede enfocarse, “León que cambia de gacela, no come”
Sin embargo, cuando tenemos el objetivo claro y concreto, nuestro subconsciente se pone inmediatamente a trabajar para conseguirlo, esto significa que, incluso sin darnos cuenta, nuestro cerebro trabaja para lograr aquello que nos hemos propuesto.
¿Qué significa esto? SMART son las siglas en inglés para SPECIFIC (ESPECÍFICO), MESURABLE (MEDIBLE), AMBITIOUS (AMBICIOSO) REALISTIC (REALISTA), TIMELY (DEFINIDO EN EL TIEMPO).
ESPECÍFICO: El objetivo debe ser lo más concreto posible. Tendrás que tratar de detallarlo todo lo que puedas. Los objetivos abstractos no son fáciles de alcanzar así que pregúntate:
¿Qué te gustaría lograr realmente?
¿En qué área de tu vida?
¿Puedes describirlo con más precisión?
MEDIBLE: No sabrás si estás logrando el objetivo si no lo puedes medir. Es importante que reflexiones sobre la forma de medir el progreso en la consecución de tu objetivo. Tendrás que marcar los hitos en el camino que indicarán que vas por la ruta del éxito. Ir alcanzando pequeñas metas en el camino hacia tu objetivo, además, aumentará tu motivación. Para ello, pregúntate:
¿Cómo vas a saber que has logrado tu objetivo?
¿Qué te va a demostrar que lo estas consiguiendo?
¿Cómo sabrás que estas en el camino?
AMBICIOSO: Debe ser un objetivo suficientemente motivador para ti. Un objetivo que te impulse a desarrollar nuevas capacidades y a salir de tu zona de confort para lograrlo. Algo que verdaderamente deseas lograr. Pregúntate:
¿Cuánto deseas alcanzar tu objetivo de 0 a 10?
¿Qué nuevos comportamientos y creencias estas dispuesto a desarrollar para alcanzarlo?
¿Quién vas a ser cuando lo hayas logrado?
REALISTA: En este punto hay que ser honesto y reflexionar sobre si el objetivo es posible. Tendrás que plantearte si conseguir el objetivo depende de ti, es decir, si lograrlo está en tus manos. Un objetivo no realista puede desmotivarte, por lo tanto, un objetivo debe ser retador y realista a la vez. Pregúntate:
¿En qué medida lograr este objetivo depende de ti?
¿Cuáles son las posibilidades de éxito?
¿Qué control puedes tener sobre el objetivo?
DEFINIDO EN EL TIEMPO: La diferencia entre los objetivos y los sueños está en que éstos últimos no están definidos en el tiempo y te puedes pasar la vida con la cabeza llena de sueños sin alcanzarlos. Ponles fecha de inicio y fecha de fin. Y pasarán a convertirse en objetivos. Pregúntate:
¿Cuándo te gustaría lograrlo?
¿Cuánto tiempo crees que necesitas para alcanzarlo?
¿Cuándo vas a empezar a trabajar en ello?
Una vez has definido bien tu objetivo ponte manos a la obra, plantéate que opciones tienes para lograrlo, cuales son tus recursos y tus fortalezas y establece una hoja de ruta.
Ten la seguridad de que tu mente inconsciente nunca deja de trabajar, siempre está procesando y dirige tus pasos hacia el lugar donde está tu atención, donde has puesto el foco.
“Cuando tienes tu meta absolutamente clara, ni siquiera has de saber dónde está o cómo alcanzarla. Sólo tienes que decidir lo que quieres y empezarás a aproximarte, certeramente, hacia tu meta. Y tu meta empezará a aproximarse, certeramente, hacia ti” Brian Tracy
Feliz vida.