DESCUBRE QUÉ ES LO QUE TE ALEJA DEL DINERO
Vivimos en un mundo abundante. Hay abundancia de aire. Siempre que quieras puedes inhalar y llenar tus pulmones de aire. Del mismo modo hay abundancia de recursos y dinero. Entonces ¿porqué no tienes todo el dinero que te gustaría? La respuesta es porque no te estás enfocando correctamente.
Si te das cuenta, habitualmente los que tienen dinero suelen ganar cada vez más dinero porque ya están enfocados en su abundancia. Y sin embargo, los que no lo tienen, generalmente, siguen igual. Esto suele ser así. Pero la buena noticia es que se puede cambiar si cambiamos nuestra perspectiva. Si nos atrevemos a ver las cosas de un modo diferente.
Lo que está claro es que, si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo los mismos resultados. Sin embargo, tenemos cierto albedrío para decidir si continuamos con determinadas emociones o no, ya que podemos usarlas en nuestro beneficio o seguir igual. Sólo tú decides.
¿Cuáles son estas ideas o actitudes que te están alejando del dinero?
1. Creencias limitantes.
Es decir las ideas negativas que tienes acerca del dinero y que te alejan de él.
Párate a reflexionar y descubre qué ideas tienes sobre dinero y cómo te afecta. Por ejemplo “el dinero corrompe a las personas” o “la gente que tiene dinero es mala”, esto no es así, las personas son como son, el dinero sólo potencia lo que son, el dinero es un impulsor de las personas.
Otra idea “si yo tengo más dinero otro tendrá menos”, esto tampoco es así, vivimos en un mundo abundante, hay dinero y recursos de sobra para todos.
Haz un ejercicio: Piensa en lo que te gustaría ganar al mes o al año. Sin ninguna resistencia. Siendo honesto contigo mismo. ¿Lo ves? ¿te sientes bien? Ahora multiplicalo por dos. Imagina que eso es lo que ganas. Si te has sentido aún mejor, fenomenal, si te ha dado cierta sensación de inseguridad, ahí tienes una creencia limitante.
Lo primero que tenemos que hacer es eliminar creencias limitantes tomando consciencia de ellas. Reflexiona sobre cosas negativas que hayas oído en el pasado sobre el dinero, que te dijesen tus padres o tus amigos. Date cuenta de que no son reales. Cambia tu actitud hacia el dinero y siéntelo como energía positiva. El dinero es energía positiva, dale la bienvenida a tu vida.
2. Mentalidad de escasez.
Si tu tienes una mentalidad de escasez, es decir, sueles pensar en que no tienes aquello que deseas, y estás enfocado en lo que no tienes, vas a continuar igual.
Aquello en lo que nos enfocamos se hace más grande. Enfócate en lo bueno que ya tienes y en lo que deseas, pero con ilusión.
Elige donde conectas, si en la mentalidad de escasez o en la mentalidad de abundancia.
Es posible que, en este momento, no tengas todo lo que deseas pero para cambiar el enfoque puedes comenzar haciendo ejercicios de gratitud. Agradece todo lo bueno que ya tienes. Esto cambiará tu perspectiva. Y a partir de ahí, con el sentimiento de agradecimiento, ten fe en que lo que deseas te va a llegar. Como si hubieras pedido un plato al camarero y sabes que, tarde o temprano, te lo va a traer.
Cambia tu contexto. Ve a contextos abundantes económicamente. Es más fácil sentirse abundante tomándote un café, aunque sólo puedas permitirte tomar un café, en el restaurante bonito y lujoso que te encanta, que tomarte cuatro tapas en el bar manolo, sucio y maloliente. Ahí no vas a sentirte abundante. Entiende que estas poniendo el foco en lo que no quieres. Así que actúa con inteligencia y muévete donde te moverías si ya tuvieras todo el dinero que deseas. La vida es muy coherente con lo que manifestamos.
3. Falta de generosidad.
Da a las personas sin esperar nada a cambio. Sé una persona generosa, aunque tengas solo cuatro cosas, da una. Si puedes ayudar, ayuda. Si puedes sonreír, sonríe. No tienes que dar millones de euros a una ONG para ser una persona generosa.
Haz que tu trabajo sea excelente y da lo mejor de tí mismo. Esto ya te está convirtiendo en una persona que genera abundancia. Otorgas valor a la vida. Si tu das valor a la vida, la vida te lo devuelve. Es la ley del equilibrio.
Finalmente, trata de suprimir todas aquellas emociones que te enfocan en lo negativo, como la envidia, el rencor, la crítica o el miedo. Date cuenta de que con ello te enfocas en lo que no deseas y te diriges hacia ello. Las circunstancias complicadas de la vida te sirven para aprender, desarrollarte y pasar al siguiente nivel. Toma consciencia, conecta con tu abundancia y pasa por encima de ello.
Sólo tú decides qué prefieres, tener razón o ser feliz y abundante.