Crecimiento Personal

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Sólo necesitamos un papel y un bolígrafo. Escribir es uno de los recursos más fáciles, accesibles y liberadores que hay. Ni siquiera necesitamos mucho tiempo, con diez minutos al día es suficiente, aunque si comienzas a practicar descubrirás cómo cada vez te gusta más y te apetece continuar.

Al escribir en un papel lo que sentimos liberamos esas emociones que nos perjudican. Es como si pudiéramos hablar con esa persona a la que queremos decir muchas cosas pero no podemos. Y, sin embargo, con palabras escritas podemos hablar sin ponernos nerviosos y tomando conciencia de lo que queremos decir.

También es como hablar con una persona de total confianza, un amigo, un terapeuta, un familiar… o con nosotros mismos. Podemos confiarnos todo lo que nos inquieta, las dudas, las ilusiones. Con la seguridad de que estamos en un terreno seguro. Y así, dejar salir nuestros pensamientos y sentimientos para ordenarlos sobre el papel.

Es uno de los recursos terapéuticos más efectivos que existen.

Al escribir nuestras emociones adquirimos una visión más clara sobre lo que nos está ocurriendo y, la mayoría de las veces, tomamos perspectiva y deja de ser tan relevante.

Ya no es una maraña de emociones y sentimientos dentro de nuestra cabeza. Le damos un orden y podemos darle una solución.

Escribir nos ayuda a comprendernos mejor a nosotros mismos. Descubrir cuales son nuestras reacciones, pensamientos recurrentes y emociones. Nos enfoca para trabajar sobre ello y resolverlo.

Por lo tanto la escritura tiene muchísimos beneficios y es una terapia económica y sencilla.


Momento para escribir

Mucha gente escribe nada más levantarse, son las llamadas páginas matinales. Dos o tres hojas que se escriben a primera hora de la mañana para enfocar la mente en los objetivos del día.

Pero podemos escribir también antes de acostarnos y así irnos a la cama completamente desahogados y con la mente en orden.

O a cualquier hora del día, cuando tengamos un momento tranquilo. Lo importante es la constancia.


Sobre qué escribir

Al principio esto es lo más difícil. La primera vez puede que no te salga nada pero es normal, poco a poco iras notando que, con la práctica, las palabras van saliendo.

Ideas sobre las que podrías escribir:

Preocupaciones. Intentando que no salga de modo desorganizado y caótico porque si lo escribes sin control es posible que hasta te enfades o te sientas peor. Déjalo fluir pero con control. Ordenando las ideas y siendo lo más sincero posible. Recuerda que es una escritura para ti mismo.

– Posibles soluciones a tus preocupaciones. Nadie mejor que tu mismo en un momento de paz para saber qué puedes hacer para solucionar tus malestares.

Y en este punto puedes incluir pensamientos positivos que se te ocurran o frases que te inspiren.

– Reflexiones sobre acontecimientos del día o de tu vida. Cosas que te han ocurrido y cómo te sientes al respecto. Cuales son tus reacciones y cómo te gustaría que fueran. Esto te ayuda a conocerte mejor a ti mismo y trabajar para desarrollarte como persona.

– Objetivos del día. Si es por la mañana puedes reflexionar sobre lo que tienes que hacer durante el día y como te sientes para afrontarlo. Que necesitas para sentirte mejor y como crees que te vas a sentir una vez lo hagas y todo te salga bien.

– Objetivos en la vida. Que quieres lograr y cuales son los pasos para conseguirlo. Si escribes sobre tus objetivos tu cerebro automáticamente se pone a trabajar para lograrlos.

– Asuntos personales y profesionales. Si a lo largo del día se te ocurre algo sobre lo que quieres reflexionar, apúntalo y déjalo para tu momento de escritura.

– Cosas por las que te sientes agradecido. Aunque sean las más simples como por ejemplo haber dormido en una cama con un edredón calentito. El café reconfortante del desayuno. Tener una casa. Tener familia. Tus amigos. Un rato de lectura. Este momento para escribir…

– Algo que podrías hacer hoy para hacerte feliz. Algo sencillo y realista que haga tu día mejor. Y hazlo.


Estas son algunas ideas pero puedes incluir todas las que se te ocurran. Tienes permiso para ser todo lo creativo que desees.

Poco a poco las palabras saldrán solas y descubrirás que tu mente está más ordenada y enfocada en lo positivo. Espero que lo disfrutes. Feliz escritura.