Crecimiento Personal

CÓMO GANAR TIEMPO PARA CUMPLIR TUS SUEÑOS

Queremos cumplir nuestros sueños pero no tenemos tiempo para hacerlo ¿seguro? Y entonces ¿Cómo es que hay personas que sí lo consiguen? Yo te cuento el secreto, se organizan mejor y van a por su objetivo. Y punto. No tiene más. Existen dos tipos de personas en el mundo, las que tienen muchos sueños pero no hacen nada para lograrlos, se quedan ahí esperando que la vida les traiga lo que quieren y, muchas veces, cuando la vida se lo pone delante de las narices ni se dan cuenta.  Y las personas que se remangan, clarifican sus sueños y se ponen manos a la obra para lograr sus objetivos. Créeme, en un 99% son éstas últimas las que lo consiguen ¿de que tipo de personas quieres ser tu? Elígelo ahora porque esto es 100% una elección personal.

Sí, es cierto que no todos tenemos las mismas circunstancias, lo sé, unos parece que lo tienen más fácil que otros…pero digo “parece” porque nunca se sabe, no estamos en la piel de los demás. Bien conocido es el dicho “no es oro todo lo que reluce”, ten en cuenta que, generalmente, la gente no muestra sus penas a los demás y cada uno tiene unos obstáculos diferentes en su camino. Así que céntrate en los tuyos, son los que importan. No pienses en si el de al lado puede hacer o tener más o menos que tú, lo único que importa aquí es lo que puedes hacer tú. Ponte manos a la obra para tomar las riendas de tu vida.

Vamos a ver algunas claves para sacar más tiempo para dedicarlo a lo que tú quieres, para ser más productivo en tu día a día y estar más centrado.

Clarifica qué te hace feliz. Esto no es fácil, ya lo aviso. Muchas veces pensamos que nos hará felices algo que realmente no es lo que queremos, es una expectativa de otros sobre nosotros, generalmente los padres pero también podemos vernos influenciados por otros familiares o incluso amigos. Un ascenso, viajar a la Polinesia, practicar esquí, etc, puede ser cualquier cosa pero tienes que preguntarte si de verdad es lo que quieres tú porque a veces, sobre todo cuando lo llevamos años intentando y no sale, es necesario sentarnos y revisar este objetivo, igual no es el momento de hacerlo ahora y por eso se nos resiste, igual no es algo que realmente nos hace felices.

Si te agobias podemos empezar por cosas muy sencillas, por ejemplo pasar más tiempo con tus hijos, ver más a los amigos, salir a correr, jugar al padel, cosas sencillas del día a día. No te pongas muchos objetivos, si nos ponemos demasiadas cosas a la vez puede que no lleguemos a todas y nos frustremos, ya sabes que “el que mucho abarca, poco aprieta”.

Cómprate una agenda. Apunta en tu nueva agenda los días y horas que vas a dedicarte a ello. Por ejemplo, si es salir a correr, primero un día y hora para ir a comprarte el equipamiento adecuado. Después los días y horas de la semana que vas a ir a correr, por ejemplo los martes y jueves de ocho a nueve. Establece las rutas que vas a hacer. Selecciona la música que vas a oír mientras corres. Prepáralo todo para que, cuando llegue el momento, sea fácil. Que simplemente lo hagas de modo natural. Es muy importante que lo apuntes en tu agenda para que se materialice, para que se convierta en un hábito.

Haz listas de tareas pendientes y ve tachándolas según las vayas realizando. Clasifica las tareas en más importantes o menos y trata de tacharlas lo antes posible. Trata de hacer cada día al menos dos tareas fáciles para tacharlas de tu lista y motivarte.

Las tareas grandes puedes dividirlas en pasos para no agobiarte e ir tachando los pasos hasta que la tengas completamente realizada.

No hagas listas interminables de tareas, es mejor tener dos o tres listas diferentes que una solo en la que la multitud de tareas nos abrume y si una tarea lleva mucho tiempo en la lista debemos reflexionar sobre si es mejor delegar en alguien o simplemente tacharla y dejarla para otro momento.

Trata de no hacer varias tareas a la vez. Mi padre me dijo una vez “haz una cosa, la que tú quieras, pero hazla bien”, así que céntrate en lo que estas haciendo y no pienses en el resto de cosas que tienes que hacer.

Levántate antes. Hay un libro que se llama “El club de las cinco de la mañana” de Robin Sharma que trata de implementar este hábito en las personas para mejorar su productividad. No estoy diciendo que te levantes a las cinco de la mañana pero sí que te levantes antes. Y hazlo de un modo progresivo, es decir, si te sueles levantar a las ocho, no te levantes de repente a las seis de la mañana porque a tu cuerpo le va a dar un colapso, levántate diez minutos antes un día, veinte minutos antes otro y así progresivamente.

Levántate cuando suena la alarma. No seas de las personas que la apagan una y otra vez, te quita mucho tiempo y no estas ganando sueño de calidad. Sé de los primeros.

Ten una rutina de mañana. No sirve para nada que te levantes pronto si luego no sabes qué hacer, así que hazte una rutina con cosas que te guste hacer, practicar ejercicio, desayunar un buen café con tostadas, meditar 10 minutos, leer 20 minutos, escribir… en internet hay rutinas de mañana que puedes consultar. Pero tenlo todo previsto, no le hagas pensar a tu cerebro a primera hora de la mañana porque querrá irse a dormir de nuevo. Tenlo todo preparado desde la noche anterior para que sea una rutina fácil y agradable.

Acuéstate pronto. Muchas veces nos quedamos delante del televisor sin ver nada concreto y nos vamos a la cama tarde y agotados. Si eres de los que ha decidido levantarse antes es importante que duermas como mínimo seis o siete horas así que organízate para meterte en la cama lo más pronto posible. Un truco, lavarse los dientes nada más terminar de cenar. Hace que te muevas del sofá y tu cuerpo se ponga en disposición de irse a dormir, además impide que te quedes en el sofá tomándote otro yogur o el chocolate que te llama a gritos desde la cocina.

Decide cuando vas a atender tus notificaciones. Selecciona uno o dos momentos del día, que no sea antes de dormir, para consultar tus notificaciones, correos, WhatsApp, etc. No te pases el día consultando el móvil cada vez que surge una notificación, anula todas tus notificaciones y revísalas sólo cuando tú hayas decidido que vas a dedicarte a ello. Te quita muchísimo más tiempo del que crees y te desconcentra, al cerebro le cuesta 20 minutos volver a concentrarse tras una interrupción. Los móviles son el mayor robatiempo que hay. No seas esclavo del móvil.

Come bien, sobre todo verduras, frutas y frutos secos. Y come regularmente para que tus niveles de glucosa no bajen. Si permites que disminuya tu nivel de glucosa te sentirás cansado y desmotivado, y muchas veces creerás que es por otras cosas que ocurren en tu vida, pero es tan sencillo como tomarte unos frutos secos y darle energía a tu cuerpo. Recuerda que somos lo que comemos así que dale a tu cuerpo alimentos vivos y energéticos.

Bebe agua, a veces cuando crees que tienes hambre o sueño, lo que de verdad tienes es deshidratación. Estate atento a lo que necesita tu cuerpo y cuídalo, ten en cuenta que es tu mayor aliado para cumplir tus sueños.

Planifica tus comidas de la semana, es mejor planificar un día todo y congelar que no saber qué comer cada día, perder tiempo pensando qué preparar y acabar comiendo cualquier cosa poco nutritiva. Planifica el menú semanal y ten siempre alimentos sanos y fáciles a mano.

Aprende a decir no. Ignora a las persona que no están aportando nada en tu vida. Tú eres el dueño de tu tiempo y tu tiempo es oro. Dedica tu tiempo a hacer lo que te hace feliz, a lograr tus objetivos y a estar con las personas que te enriquecen, lo demás sobra. Ten en cuenta que, al final de tu vida, lo que te llevas es lo vivido, no malgastes tu tiempo en compromisos que no llevan a ningún lado o personas que no te hacen bien. Tú decides como distribuir tu tiempo, nadie más puede hacerlo por ti. Tu decides lo que es importante para ti. Simplifica tu vida.

Pero lo más importante de todo es que disfrutes de lo que haces. Lo que sabemos es que no vamos a vivir eternamente, a pesar de que a la mayoría de las personas se les olvida, nuestro tiempo aquí es limitado y de nosotros depende cómo vivirlo. Disfruta de lo que haces cada día, admira los pequeños detalles, colecciona buenos momentos y diviértete, ya lo dijo Wayne W. Dyer “No hay un camino hacia la felicidad: la felicidad es el camino”