Crecimiento Personal

LO QUE NO SABES DE LA MEDITACIÓN

En relación con la mente, cada vez hay más estudios científicos que demuestran que meditar influye directamente en nuestro estado de ánimo, aliviando el estrés, la ansiedad y la depresión. Disminuyendo el insomnio y aumentando la sensación de felicidad.

Según los estudios realizados sobre la felicidad la persona más feliz del mundo es un monje budista llamado Matthieu Richards y ello se debe, fundamentalmente, a la meditación.

En relación con el cuerpo, la meditación tiene una repercusión directa sobre nuestro cuerpo físico:

  • Desarrolla las partes de nuestro cerebro relacionadas con la felicidad.
  • Aumenta la memoria y el cociente intelectual.

La Universidad de Harvard demostró que:

– Estimula el sistema inmunológico

– Disminuye la presión sanguínea.

La Universidad de Wisconsin, en colaboración con otras 19 universidades, realizó un estudio durante 15 años cuyos resultados demuestran que la meditación:

– Reduce la amígdala, lo que provoca una disminución directa del miedo, dando así sensación de seguridad.

 – Tiene efectos que combaten determinados cánceres.

Todos estos beneficios inducen a pensar si deberíamos introducir la meditación en nuestra rutina diaria, igual que ducharnos o comer. Y sobre todo, si deberíamos enseñar a los niños a meditar, ya que otros beneficios de la meditación son el desarrollo de la empatía, la concentración y la estabilidad emocional.

Dalai Lama “Si a cada niño de ocho años de este planeta le enseñásemos meditación eliminaríamos la violencia del mundo en una generación”

La meditación es una práctica milenaria que no requiere hacer cambios drásticos en nuestra vida.

El mindfulness, que está de moda, no es más que un área de la meditación budista tibetana, es una práctica que llevan realizando los monjes budistas desde hace miles de años. Se basa en centrar la atención en el momento presente para no permitir que las heridas del pasado o las preocupaciones del futuro perturben la paz mental.

Buda “Alegrate porque todo lugar es aquí y y todo momento es ahora”

Cómo meditar:

La gente dice a menudo que no le gusta meditar porque no puede poner la mente en blanco.  Estan muy equivocados. Meditar no es poner la mente en blanco. Meditar es un ejercicio que requiere constancia y, sobre todo al principio, fuerza de voluntad. Pero los beneficios son inmediatos.

Se le preguntó a Buda: ¿Qué has ganado con la meditación? Él respondió: ¡Nada! Sin embargo, he perdido la ira, la ansiedad, la depresión, la inseguridad y el miedo a la vejez y a la muerte.

Para meditar existen técnicas diferentes, no hay una mejor que otra, lo más importante es la constancia en la práctica.

Lao Tzu “Ten paciencia. Espera hasta que el barro se asiente y el agua este clara. Permanece inmóvil hasta que la acción correcta surja por sí misma.”

Existen muchas meditaciones guiadas en internet, solo tenemos que encontrar la que nos sea más cómoda. No obstante, si tenemos tiempo, lo más idóneo es acudir a un curso de meditación. 

Si meditamos en casa, los mejores momentos son recién levantados o antes de acostarnos, ya que, en el primer caso  nos ayuda a enfocar el día con calma mental, seguridad y confianza. Y en el segundo caso disminuye el insomnio y favorece un descanso reparador.

No obstante se puede meditar en cualquier momento del día, lo importante es establecer una rutina.

Pasos para meditar:

  1. Encontrar un lugar tranquilo donde no nos vayan a molestar. Que no tenga corrientes de aire incómodas ni ruidos estridentes. Que esté limpio y ordenado.
  2. Ponernos ropa cómoda. Un chándal o unas mallas y una camiseta. Debemos procurar asegurarnos de que no vamos a pasar ni frío ni calor.
  3. Apagar el teléfono móvil o cualquier otra cosa que nos pueda interrumpir. Podemos poner un temporizador para no perder la noción del tiempo y estar más tranquilos.
  4. Colocarnos en la postura que nos sea más cómoda para meditar, habitualmente se medita sentado en posición de loto o semi-loto, esto es sentados sobre un pequeño cojín con las piernas cruzadas, una sobre la otra, pero también se puede meditar sentado en una silla o tumbado boca arriba, lo más importante es que la espalda esté recta.
  5. Cerrar los ojos y concentrarnos en la respiración. Inhalando y exhalando lentamente. Sintiendo como el aire entra por nuestros orificios nasales y llena nuestros pulmones. Se recomienda, al comenzar, hacer tres respiraciones profundas.
  6. A partir de aquí podemos elegir la práctica que nos guste más, las más populares son las siguientes:
  • Concentración en la respiración. Respirar profundo y lento, prestando atención a cada inhalación y exhalación. Sintiendo el roce del aire entrando por la nariz y llenando nuestros pulmones, prestando atención a cómo sale el aire de nuestro cuerpo, más caliente, rozando el labio superior.
  • Concentración en un objeto, que generalmente suele ser una vela, observándola con detenimiento, apreciando cada detalle, cada movimiento de la llama. Después podremos cerrar los ojos y continuar viéndola en nuestra mente.
  • Concentración en un sonido, que puede ser música relajante, sonidos de la naturaleza, gongs, etc
  • Recitar mantras. Un mantra es una palabra que se repite una y otra vez para mantener la mente concentrada. Existen muchos mantras en las diferentes tradiciones hinduistas y budistas.
  • Llenar el cuerpo de luz, es decir, imaginamos que un foco de luz nos llega desde el cielo y va llenando nuestro cuerpo con una luz sanadora y relajante, vamos prestando atención poco a poco a todas las partes de nuestro cuerpo, desde la cabeza hasta los dedos de los pies, así nos vamos relajando y llenando de luz.

Es muy posible que, sobre todo al principio, te sea muy difícil concentrarte y pasen millones de pensamientos por tu cabeza, no te agobies, es normal, obsérvalos y déjalos ir, sin forzar nada. Date cuenta de que tu mente aún no esta acostumbrada, date tiempo, ten paciencia, dale su lugar a cada cosa que pasa por tu mente y deja que se marche. Con el tiempo tu mente se irá enfocando mejor y los pensamientos disminuirán.

Como con todo, es recomendable empezar poco a poco, con unos minutos al día será suficiente y después podremos ir alargando la práctica, no es bueno irse de repente varios días a un retiro de meditación, puede ser frustrante y contraproducente.

Pero hay algo a tener en cuenta también y es que no todo el mundo puede meditar, no se recomienda meditar a las personas que tengan diagnosticado un trastorno disociativo, somatoforme, o trastorno grave de la personalidad como por ejemplo esquizofrenia o bipolaridad.  Tampoco en caso de sufrir episodios psicóticos frecuentes.

Si tenemos en cuenta todos los factores, la práctica de la meditación es un ejercicio muy sanador y beneficioso, practicado por millones de personas desde hace siglos. Sin embargo, el ritmo de vida que llevamos ahora no nos permite parar cinco minutos para centrar nuestra mente, lo que nos conduce cada vez más a caer en el estrés y la depresión.

Quizá debamos replantear nuestras prioridades y encontrar un hueco en la agenda para meditar, enfocarnos y prestarnos la atención que merecemos, ya que, si no tenemos bienestar, no tenemos nada.